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Consumir alimentos ecológicos.

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«Enseñad a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a nuestros hijos: la Tierra es nuestra Madre. Lo que afecte a la Tierra, afectará también a los hijos de la Tierra. Si el hombre escupe al suelo, se está escupiendo a sí mismo. Nosotros sabemos esto: la Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la Tierra. Todas las cosas están conectadas como la sangre que une a una familia. El hombre no creó el tejido de la vida, sino que simplemente es una fibra de él. Lo que hagáis a ese tejido, os lo hacéis a vosotros mismos.»
(Noah Sealth, 1854)

Esta entrada va por ti, Bárbara. Espero que te sea útil.

Yo creo firmemente que todas las cosas están conectadas, y por ende, que es difícil permanecer sano si seguimos creando un planeta enfermo. Entre otras cosas, muchos pesticidas y herbicidas son, literalmente, mortales. Hace años que tanto mi madre como yo empezamos a introducir alimentos ecológicos en nuestra dieta. Desde el diagnóstico ambas lo llevamos mucho más a rajatabla.

Seguir una pauta ecológica es un enorme cambio, que por supuesto va mucho más allá de las frutas, hortalizas y demás alimentos de consumo. Por poner un ejemplo yo utilizaba mucho la lejía – Capón imaginario a mi «yo del pasado» – . Ahora he puesto en práctica las virtudes desinfectantes del limón, el bicarbonato y el vinagre, y también he cambiado los productos que utilizo en mi aseo personal.

Es un tema muy extenso, así que hoy me voy a centrar en los alimentos, por tí Bárbara, por Miguel, y por todos mis amigos que están tratando de llevar a cabo otro tipo de dieta.

El primer paso para un cuidado de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro entorno pasa por desechar de nuestra compra habitual ciertos productos, en beneficio de la utilización de otros, preferiblemente orgánicos.(Ecológicos, biológicos, bio, u orgánicos son palabras sinónimas para definir aquellos productos naturales obtenidos sin la utilización de productos químicos)

Algunas veces, escucho decir: «Es que lo ecológico es mucho más caro». Aún así encontré  este artículo que reza «El consumo de productos ecológicos aumenta un 7% en España, a pesar de la crisis». Lo primero que quiero hacer es romper el mito: Depende de lo que quieras comer; una fruta o verdura – por ejemplo – puede tener un precio similar en una tienda ecológica que en otra que no lo es. Y aún comprándola a un precio más caro, mi cesta de la compra viene a costarme más o menos lo mismo. ¿Cómo? Pues porque hay cosas que ya no compro – algunas no sin cierto esfuerzo – y que engrosaban la factura anterior: chocolates, bollería, galletas, carne, lácteos… Ahora si quiero un bizcocho me lo hago en casa. ¡También he aprendido a hacer pan! Los fines de semana se han convertido, para mi, en un gozo culinario y sano exento de pesticidas y herbicidas.

Los pesticidas y herbicidas.

Los pesticidas y herbicidas incluyen una gran variedad de compuestos químicos usados para controlar y eliminar malas hierbas y parásitos en zonas agrícolas, campos y cultivos, así como en bosques, pastos, parques, campos deportivos y de golf, piscinas, lagos y jardines, y también para control de parásitos en productos tales como maderas enchapadas anti-termitas, y también en hogares, edificios de apartamentos, colegios y negocios. Algunas clases de pesticidas y de herbicidas son:

  • pesticidas órganoclorados: DDT, DDE, Chlordane, Heptachlor, Dieldrin, Methoxane
  • pesticidas órganofosforados: Diazinon, chlorpyrifos
  • herbicidas atrazinádeos: Atrazine, simazine, cyanazine
  • herbicidas clorofenoxilos: 2, 4-D, 2,4, 5-T, Agente Naranja

Las consecuencias de estas sustancias para nuestro organismo son demoledoras. En la web «Riesgos ambientales y cáncer de mama» se afirma que «muchos pesticidas y herbicidas son xenoestrógenos, un tipo de químicos que imitan las acciones de estrógenos naturales. Además, los pesticidas órganoclorados alteran la proporción de los diversos metabolitos del estrógeno o sus subproductos presentes en el cuerpo. El resultado es una producción elevada de la clase de estrógenos que activan el crecimiento de las células mamarias, el aumento de la síntesis no programada del ADN, y la expresión de ciertos genes. Además, hay una pequeña disminución de la concentración de la clase de metabolitos del estrógeno que se han demostrado inhiben el crecimiento de las células mamarias [Bradlow et al., 1995]. Juntos, estos cambios pueden aumentar la probabilidad del cáncer de mama» Esta web aporta evidencias y sugerencias que puedes leer aquí.

David Servan – Schereiber describe en su libro Anti-cáncer que «La Atrazina es un pesticida cuyos beneficios económicos son tan suculentos que durante mucho tiempo fue considerado un riesgo ‘aceptable’ para el medio ambiente y para el hombre. Pero la Atrazina es también un xenoestrógeno tan potente que es capaz de cambiar el sexo de los peces de los ríos que acaba contaminando. No fue hasta 2003 cuando se prohibió finalmente el uso de la Atrazina en Francia y en 2006 en la Unión Europea. LLevaba más de 40 años, desde 1962, utilizándose en Europa a gran escala. Un número considerable de tumores cerebrales son sensibles a los xenoestrógenos «

Si buscas en internet puedes encontrar muchísima información al respecto. Yo me centro en hablar de cáncer, pero muchos problemas de piel, de estómago, o ginecológicos pueden deberse a una intoxicación de estos químicos nocivos.

¿Si esos productos son tan terribles y nocivos por qué se utilizan? Pues porque tu vida o la mía vale menos para ciertas empresas que todos los beneficios que se embolsan gracias a su utilización. En relación con esto te recomiendo el capítulo del programa de mi admirado Jordi Évole, titulado ¿Qué comemos? Y si te quedas con ganas de más, de paso puedes ver el de Sobremedicados.

Afortunadamente, los productos orgánicos no incorporan estas sustancias o residuos que puedan ser perjudiciales para la salud humana y que además merman su capacidad nutritiva.

Las etiquetas de garantía ecológica.

En la actualidad un montón de cooperativas se han apuntado al carro de «cajas de fruta y verdura fresca a domicilio». Bárbara me hizo llegar un link para que le diera mi opinión. Una caja de 8 kg de fruta y verdura por unos 30 euros. ¡¡Y no eran ecológicas!! La bonita presentación de vegetales y hortalizas y que nos hablen de la omisión de intermediarios no implica que el producto que venden sea más sano.

Y aunque bien es cierto, que hay muchos pequeños agricultores que trabajan su huerto de manera bio, el único modo que tenemos de cerciorarnos de esa garantía es cultivarlo nosotros mismos… o bien conformarnos con la confianza del etiquetado.

Hay etiquetas que señalan que el producto es ecológico en los diferentes sectores. Me voy a centrar en el etiquetado alimentario.

En el ámbito agrario es necesario que se cumpla lo siguiente:

  • Rotación de cultivos como prerrequisito para el uso eficiente de los recursos in situ.
  • Límites muy estrictos en el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, antibióticos para ganado, aditivos y coadyuvantes en alimentos, y otros insumos, así como de condimentos artificiales y colorantes
  • Prohibición del uso de organismos modificados genéticamente.
  • Aprovechamiento de los recursos in situ, tales como el estiércol para la fertilización o alimentos para el ganado producidos en la propia granja.
  • Selección de especies vegetales y animales resistentes a enfermedades y adaptadas a las condiciones locales.
  • Cría de ganado en zonas al aire libre y espacios abiertos y alimentación ecológica.

Etiqueta ecológica UE.La producción y venta de productos ecológicos en la Unión Europea con logotipo y etiquetas requiere un estricto proceso que ha de cumplirse en su totalidad: Los agricultores convencionales tienen que pasar en primer lugar por un periodo de conversión de dos años como mínimo para comenzar a producir alimentos que puedan comercializarse como ecológicos. Si los agricultores desean simultanear ambos métodos de producción, convencional y ecológica, tienen que separar claramente ambas actividades. Los operadores que superen con éxito las inspecciones obtendrán la certificación ecológica y podrán etiquetar de este modo sus productos.

Concretamente en nuestro país, en cada Comunidad Autónoma existe un comité regulador que otorga y controla los productos certificados. El distintivo es similar en todas las autonomías para facilitar su identificación por el consumidor. Entre las principales garantías que certifica se encuentra la no utilización de fertilizantes o plaguicidas de síntesis, y en el caso de la ganadería se restringe el uso de medicamentos.

comunidades

¿Todo ecológico?

La asociación ecologista The Environmental Working Group elabora periódicamente dos listas con las frutas y verduras que contienen la mayor y menor cantidad de pesticidas en EE.UU. Las doce que más productos tóxicos contienen son: el melocotón, la manzana, el pimiento, el apio, la nectarina, la fresa, las cerezas, la lechuga, la uva, la pera, la espinaca y las patatas.

El grupo de los 15 más ‘limpios’ está formado por: Cebolla, maíz, piña, aguacate, espárrago, berza, mango, berenjena, melón, kiwi, sandía, batata, pomelo, setas y guisantes

Desafortunadamente no he encontrado estudios similares realizados en España.

Si son frescos, locales y de temporada, mejor.

Ya comenté en otra entrada que escudriñando etiquetados mi madre y yo encontramos azúcar en muchos productos envasados y ecológicos como guisantes, alcachofas, espárragos; esto ha sido definitivo para preferir los alimentos frescos, que además conservan mejor sus propiedades nutritivas. De igual manera un alimento preserva dichas propiedades mucho mejor si su procedencia es cercana y además es de temporada. Comer fresas todo el año no tiene sentido. Si es un producto de temporada y local es más probable que se haya respetado su proceso de maduración y crecimiento óptimo conforme a las leyes y ritmo de la naturaleza.

Para que una fruta o verdura soporte las condiciones de transporte, tienen que ser sometidas muchas veces a diversos tipos de tratamiento. ¿Sabes qué hacen a veces? los radian, o los bañan en soluciones específicas. ¿No te preguntas por qué brillan tanto algunos limones? Los enceran… Y aunque la agricultura orgánica se cuida de estos aspectos, cuando voy a mi tienda ecológica habitual puedo escoger entre productos españoles o traidos de otras partes de Europa. Yo trato de comprar siempre los primeros.

Espero que toda esta información te haya sido útil. Mi madre está mirando cursos relacionados con este tema para apuntarse y aprender más. Asi que quien sabe, quizá contagiada por su saber retome este tema en otro momento.

Gracias por leer este blog. ¡Buen fin de semana!

ACTUALIZACIÓN: Añado dos interesantes enlaces que ha aportado Javier Herráez en los comentarios:

Fuentes: